Nuestra Región

El municipio de Ranchuelo fue fundado por Don Dionisio de Consuegra el 1º de octubre de 1734, en el lugar conocido por Bocas de Ranchuelo. En un inicio no pasó de ser más que un caserío de guano alrededor de una gran ceiba, que aun existe. Su prosperidad se debió a Don Diego González Abreu y Jiménez quien en el año 1856 compró una caballería y sesenta cordeles de terreno y los repartió en solares, realizando también el trazado de alguna de sus calles más antiguas. En 1879 se acepta como término municipal. Ranchuelo fue liberado por Quintín Banderas, General del Ejército Libertador al mando del Generalísimo Máximo Gómez a su paso hacia la Batalla de Mal Tiempo que tuvo lugar no muy lejos de ahí en el vecino municipio de Cruces.

Durante el Bando de Reconcentración dictado por Valeriano Weyler y Nicolau entonces Capitán General de la Isla de Cuba, Ranchuelo sirvió como ghetto de todos los campesinos de la zona que fueron aislados en el lugar. Más tarde acaecería la intervención norteamericana y el fin de la Guerra del 95 que dio al traste con el dominio de la Reina Regente María Cristina de Habsburgo sobre las islas de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, a finales de la Guerra Cubano-hispano-norteamericana en 1898, comienza el período de intervención que culminaría con el nacimiento de la República el 20 de mayo de 1902, período en el cual el pueblo creció considerablemente.

Con el devenir de los tiempos y debido a su estratégica ubicación entre las ciudades de Santa Clara y Cienfuegos se convirtió en punto de unión entre estas dos urbes al ser elegida para ser nodo de enlace del ferrocarril. La industria azucarera y la tabacalera hicieron de Ranchuelo un lugar próspero y venturoso donde no pocos encontraban trabajo y estabilidad económica. Contaba por ese entonces con varios ingenios azucareros entre los que destacaban: Santa Rosa, propiedad de Mister Williams; Santa María, propiedad de Felipe Casisedo, y La Pastora en la zona de San Juan de los Yeras. A principios del siglo XX se radica en el pueblo Ramón Trinidad, quien comenzó con un simple taller de manufactura de tabaco lo que llegaría a ser después el rico emporio de la Trinidad, la famosa fábrica de cigarrillos de Ranchuelo "Trinidad y Hno." que pondría de moda su slogan de "Pruebe y compare".

Durante los sucesivos gobiernos auténticos de la naciente república, las influencia de las primeras y segunda guerras mundiales no hicieron estragos en la población. Ranchuelo fue apodado durante muchos años como "la tacita de oro" debido al nivel de vida que sus habitantes alcanzaron favorecidos por la industrialización del territorio. Ranchuelo le debe mucho al gobierno del alcalde José Fabregat Machado y a su hermano, el vicealcalde y secretario de gobierno Pedro Manuel Fabregat Machado que impulsaron y promovieron muchas obras sociales en pro del desarrollo de la región, entre las que se encuentran el trazado de muchas calles, en especial la expansión hacia la zona del suroeste en el barrio que se conoce como Rancho Grande y la expansión al noreste hacia lo que actualmente es la autopista nacional; el gran Centro Escolar "José Fabregat" (actualmente José Martí), la construcción del Prado de Ranchuelo, así como el asfaltado de numerosas vías y otras obras de beneficio público.

En el año 1900 se celebraron las primeras elecciones municipales en el país. En el caso de Ranchuelo el resultado fue similar al de otros municipios cubanos en cuanto a la composición del ayuntamiento, pues muchas de las figuras de este aparato administrativo y político eran antiguos elementos españolizantes, antiguos autonomistas y, por supuesto, cubanos que de una forma u otra estuvieron vinculados a las guerras por la independencia.

Este gobierno municipal comenzó a ejercer como tal a partir de 1901. En La Esperanza resultó electo Gregorio Ramírez García, quien en el período colonial había ocupado responsabilidades políticas en el ayuntamiento de este término. En Ranchuelo fue electo alcalde municipal José Grau Bolívar, médico que se había destacado por su carácter y actitud humanitaria.

Un poco más adelante, durante y a partir del año 1923  representa el momento de la aparición en el país de una serie de movimientos políticos y sociales con nuevas orientaciones, dado esto por la participación de jóvenes de pensamiento y actuación independiente a los grupos políticos que hasta ese momento actuaban en el panorama cubano y porque ellos representaban una posición ante la problemática cubana, intentaban ir al fondo de esta y desde allí resolver con la lucha la difícil situación económica, política y social que vivía nuestro pueblo.

En este marco ocurre la Protesta de los Trece y entre los jóvenes que protagonizan esta acción, se encuentra un hijo del municipio de Ranchuelo, Juan Marinello Vidaurreta, quien tendría una rica vida a favor del proletariado.

Cuando Gerardo Machado decide prorrogar su mandato apoyándose en el cooperativismo de los partidos políticos burgueses, también incluyó en esta nómina cooperativista a los sindicatos obreros, de esta forma llega una comunicación presidencial a los sindicatos, invitando a ir a La Habana a las directivas sindicales, lo que sería una señal de apoyo a su política y de hecho a su segundo período presidencial.

En Ranchuelo, alrededor de 1929 – 30, en una reunión celebrada en una finca llamada Aurelio, en la carretera de La Esperanza a Ranchuelo, se constituye una célula del Partido Comunista.

Aunque aún en esta etapa en Ranchuelo no existía el Partido como tal, sí existía un movimiento obrero en algunos de los centrales de la zona, liderados por comunistas, como por ejemplo en el central Santa Rosa, por Aníbal Aló, Bartolo Garau ó Ignacio Aso, los que estuvieron presos en varias ocasiones en Cienfuegos. También en la Fábrica de Cigarros de Ranchuelo comenzaba a despuntar un fuerte movimiento obrero, dirigido por comunistas.

En la Esperanza el alzamiento contra Machado se produce también en 1933. Encabezado por el grupo de insurrectos  el luchador tabacalero de condiciones marxistas Urbano de La Rosa, además conformaron dicho grupo: Máximo Gamuza, Santiago Rodríguez, Francisco Aragón del Mar, Raúl Gómez Herrera y José Ramón Cabezas entre otros.

En 1930, a raíz de la muerte de Rafael Trejo en Ranchuelo se confeccionaron y tiraron 2 manifiestos en contra del régimen.

A causa de estos manifiestos fueron apresados Julio Lavandero y William Bush, pues al igual que en el resto del país imperaba en este período una fuerte represión en el municipio.

Entre los jóvenes revolucionarios de Esperanza se encontraba Ignacio Espinosa destacada figura del movimiento obrero Esperanceño en el sector tabacalero.

Con la caída  del Gobierno de Machado y el establecimiento del Gobierno de los 100 días había quedado detrás la labor divisionista e intimidatoria de los patronos que había contribuido al resquebrajamiento del movimiento obrero; y la cual habían aprovechado para dividir a los obreros. Los dueños de las empresas grandes de Ranchuelo encontraron un freno a sus acciones antiobreras que habían llevado a la prisión a muchos líderes del municipio.

Un ejemplo de lo anteriormente planteado ocurrió en el central Santa Rosa. Coincidiendo con la caída de Machado comenzó la siembra de caña en dicho central.

Para el desarrollo de la Huelga estos obreros contaron con el asesoramiento de los experimentados luchadores comunistas Faustino Calcines Gordillo y Zoilo Marrero lo que demuestra la solidaridad militante y proletaria del resto de la clase obrera ranchuelera.

En este período de antes de 1935 en el central Santa María también tiene lugar un brote huelguístico, pero aquí se daba la peculiaridad de que una parte de los obreros eran inmigrantes españoles, incluyendo a su dueño, Esteban Casisedo.

En marzo de 1935, se produce una histórica huelga que había tenido un génesis en el paro decretado por los maestros de las escuelas públicas casi un mes antes, al finalizar febrero ya todos los docentes se encontraban en huelgas.

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